Encuentros espontáneos.

Llevo un día entero abrazando tu recuerdo,
Ansiando verte,
Queriendo hablarte;
Planeando minuciosamente
Nuestros encuentros espontáneos
Y el tono de voz apropiado con el que hoy,
Si te veo,
Te voy a saludar.

No me canso de saborear tu nombre,
De evocar tus ojos de niebla,
Ni de tallar tu imagen en mi mente,
Siempre,
Siempre.

Ahora sólo me queda esperar
Que las cosas pasen
cuando deban pasar,
ser paciente,
resistir,
y sobre todo,
ser feliz.